miércoles, 16 de abril de 2008

Una dadiva de buen gusto

Cuando encuentro estas cosas, siento que di con un tesoro para anexar a mi colección de fragmentos literarios:
El hombre que propone una nueva fe es perseguido, hasta que llega su turno de convertirse en persecutor: las verdades comienzas con un conflicto con la policia y terminan pidiéndole su apoyo; porque cada absurdo poir el que hemos sufrido degenera en legalidad, tal como cada martirio termina en los párrafos de la ley, en la insipidez del calendario o la nomenclatura de las calles... Un ángel protegido por un policia, así es como muere la verdad, como expira el entusiasmo. E.M.Cioran, A short history of Decay.
Sufriente radiografia montonera.

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