viernes, 22 de enero de 2010

El himno de mi corazon.

Cuando la tormenta acecha, dicen, algunos de nosotros buscamos un lugar seguro, como una cueva, y nos quedamos allí. Otros nos acobardamos, quedamos totalmente paralizados, a merced de lo que la suerte pueda deparar en ese momento. Otros huimos; otros nos largamos a llorar. Pero otros abrimos las alas como un águila enardecida y enfrentamos a la tempestad con un espíritu infinito. Dicen, que en verdad, la verdadera naturaleza de los hombres emerge en tiempos de crisis:

Salud camaradas!

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