miércoles, 9 de junio de 2010

Día 1. Faltan 2 días.

Ya se viene el mundial y este blog, en todo caso, se volverá mas futbolero (¿aun mas?). No hay tiempo para cuestiones de índole económica, filosófica o literaria. El evento más importante de la historia está aquí, en nuestras narices y nos proponemos abordarlo con todo. Matices del futbol con otras cuestiones (como por ejemplo, cual es la situación racial en Sudáfrica y su distribución del ingreso) ya están siendo abordadas con éxito por The Economist (y no encuentro el link correspondiente). Pongamos las ideas un poco más claras.
En el mundial del 82 no había nacido; en el 86 tenía tres años: no recuerdo absolutamente nada. Y en el 90 es cuando arranca la historia. Cuando llego el 94 largué mi primer (y de allí en adelante consecutivo) llanto cuando la gordita se lo llevo al genio del futbol mundial de la mano. Del 98 recuerdo haberlo visto en mi cama de teenager un sábado por la mañana cuando a Ayala se le escapó Verga-Kamp.
Del 2002 mejor ni hablar: de la ilusión al desencanto en un instante. Todavía recuerdo a Veron poniendo calma en una situación que no la ameritaba. Indignado con la situación económico-social del país, iniciaba mi primer año de economía otra vez con la ilusión rota.
Y llego el 2006, el de Alemania, y la historia de siempre. Otro llanto más y este maldito blog daba sus primeros pasos. Acepté con desgana la tesitura de Lucas Llach: Los mundiales hay que elegirlos como perderlos, y no como ganarlos, cosa que es muy difícil.
Pero haciendo uso del intuicionismo Keynesiano, la inmediatez me dice:
1)Seremos campeones.
2)Inglaterra hará un muy buen mundial al igual que Brasil; y
3)España será el gran fracaso.
Maradona fue casi tan bueno como Messi, y la formula me da que dos genios en un mismo proyecto es garantía de absoluto éxito. ¿Hay que probarlo? Puede ser, pero ni idea como. ¿Hago futurología? Nada de eso, aquí no hay algoritmos ni mercados de información haciendo predicciones. Que los delanteros del equipo estén, casi todos, en el mejor momento de sus carreras también me alimenta la sospecha hacia arriba. Si pudiese decir lo mismo de los defensores, firmo un pagare de que daremos la vuelta. Eso es todo por ahora.

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