martes, 24 de julio de 2007

Lo digo... no lo digo...

Con el dólar trepando hoy a $3,16 las respuestas del pasado volvieron ante estímulos parecidos. Pero tranquilo Cucarda, me informan que tal vez una petrolera importante debería haber liquidado cierta cantidad de dólares que no hizo; pero en realidad, pagamos el hastió moral de los inversores que salieron despavoridos cuando un cierto banco de hipotecas americano, anuncio el 70% de insolvencia...
Puede ser eso, pero que bien le viene esto a la política industrialista de Peirano que apuesta como motor competitivo a un tipo de cambio subvaluado. Tan obvio sos Miguel, que te gustan las minidevaluaciones de Curia: nuevo piso, dólar a $3,16. Van cayendo de a poco: Indec, Felisa y Redrado.
Para cada año que comienza, el banco central de Néstor tiene un objetivo de tipo de cambio: digamos, alrededor de $3. Saben que tendrán que ingeniárselas en términos monetarios, con el crecimiento en la producción de bienes, con el ingreso de capitales y con los excedentes comerciales entre otras cosas. Si en definitiva, aun el crecimiento de los precios internos de la economía todavía nos arrojan una subvaluacion del peso, ese margen continua corrigiéndose generando mas inflación, aunque en esta parte del modelo, su aporte es marginal con un dólar a $3,10.
La inflación no es tanto problema de Redrado, pues no estoy muy seguro que secando la plaza y apreciando el tipo de cambio nominal, el ajuste hacia en nuevo tipo de cambio real de equilibrio hubiese sido con mucha menos inflación. Si estoy seguro de que alguien tiene la culpa, tal vez lo anticipo Gay cuando se fue, tal vez no, whatever, eso es historia pasada.
Ahora se vera la hipocresía de los economistas de revistas, cuando el cambio dentro del cambio, los primeros pasos sean un conjunto de medidas ortodoxas. Me alegro por eso, brindo por Fridman, Lucas y la escuela de Chicago; y por las teofanías erróneas del estructuralismo.

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