Este blog está abandonado, ya casi que le crecen los yuyos como algún terrenito baldío, gris, sin esperanza. Pero debe ser un fenómeno masivo, porque no hace mucho echaba un vistazo por la BEA y veo que muchos han pasado a mejor vida.
Tengo algunas cosas para postear, pero estoy ocupado con mis boludeces. Sin más, me parecía bueno llamar la atención del lector haciendo ejercicio de una acusación. Aquí no hemos acusado, aunque si amenazado, criticado, comentado, tiramos mierda y elogios pero nunca acusamos. Metámonos con los peces gordos, total, a este blog no lo lee casi nadie.
La conspiración filo-judio (o neo-sionista) encabezada por el señor Mario Israel, gran responsable del pasivo cercano a los 140 millones de pesos (y un déficit operativo del 40 millones de la misma moneda) y del paupérrimo desempeño deportivo, sigue haciendo de las suyas. Ahora como aves de rapiña que se llevan las migajas, arman tranzas con empresas de pintura. Para que seguir…
El binomio criminal Isral-Aguilar promete ser reemplazado con la nueva alianza, al menos cuestionable, llamada D’Onofrio-Santilli-Francescoli-Telecom. La idea es simple. Detrás de todo eso, está el grupo Werthein, que con Telecom a la cabeza, planea explotar la marca River al palo. D’Onofrio es un cipayo, un tentáculo mas que responde a la corporación noventista de los Werthein, que se gano la confianza luego de años de ser un “cadete ejemplar” en la compañía La Caja. Un personaje tan De La Ruista como el, necesita de un componente cargado de emoción para realizar, por lo menos, una elección respetable. Es ahí cuando entra Enzo Francescoli, ex ídolo, actual empresario. Levantando cerca de 25 mil dólares mensuales, abonados honestamente por el grupo Werthein, cuenta con la directriz de acompañar a D’ Onofrio en este camino. Luego se verá cual será su rol en caso de que se gane la contienda. Pero más llamativo resulta la aparición de Santilli. Lo curioso en este caso no es que haya ganado la única copa intercontinental que tiene el club, sino como hizo para que luego de tantas heroicas proezas, el club haya quedado sin un peso. La guita apareció cuando asumió Menem, que luego se lo llevo al Banco Nacion, entidad que fundió nuevamente.
¿Qué interés tiene el grupo Werthein en todo esto? Simple. Los derechos de televizacion rápidamente volverán a manos privadas. River y Boca planean abrirse por su cuenta, y crear un canal con contenidos propios. La idea del grupo Telecom seria entrar fuerte con este negocio, generando una plataforma donde se podrá ver los partidos, bajar goles, fotos, etc atraves desde el celular.
¿Dónde queda River en todo esto? Es lo que menos sabemos. Entendemos que según el imperativo Darwiniano, en este caso es mejor adaptarse a la economía de mercado que pelearla. Los intereses de los Werthein en todo esto nos debe ser indiferente. La pregunta radica en cómo resultaran sus incentivos (y que efectos tendrán) sobre el club mismo. Eso es lo que precisamente no sabemos, pero al menos, cuando votemos, lo hagamos informados.
2 comentarios:
che yo lo leo
ayj
No me mienta.
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