Levanta la copa y le grita al auditorio:
Tal vez por un idilio de la juventud, porque a pesar de haber cumplido años todavía nos sentimos jóvenes y suficientemente listos. Tal vez porque creemos que hemos superado al maestro y que solo nos superaran cuando nosotros seamos maestros, y enfrente tengamos un jovencito prepotente que cree que se las sabe todas. Hacemos algo respetable y enseguida tenemos deseos de prenderlo fuego. Esta lacra es tan buena como la anterior escribió en mi carta de recomendación, pero no deja de ser una lacra. El humano no se vuelve más bueno, simplemente parece más dócil atraves de la reflexión obligada que genera el dolor. Sea como sea, aquí estamos porque nos avergonzamos de nosotros mismos, aquí estamos para servir y hacer de la existencia un estado un mejor.