martes, 27 de octubre de 2009

Terreno sagrado, amor.

Apostillas y algunas conclusiones de fin de semana:
Nuestra agenda en Argentina se ocupa con varios eventos. El viernes estuvimos viendo a Charly al lado de la mandíbula cocainomana del Bebe Contepomi. Nos gusta Charly y creemos que debe ser política publica apoyar incondicionalmente a los genios. Por eso fuimos a alentar (y porque nos regalaron entradas) bajo la eterna lluvia de Liniers.
El domingo fuimos a alentar al manto sagrado. Hasta a mi, a veces, me cuesta creer que días atrás charlaba con Tirole y el domingo regalaba una catarata irracional de insultos contra esa cosa indefinible llamada Boca. Un auto-retrato casi Felinesco, yo, sentado en mi platea, me paraba en cada segundo a insultar, alentar, gritar agitando el Diario Ole en mi mano derecha. Pero mi conclusion es positiva. Veo una notable mejora en el equipo, un quiebre fundamental en la tendencia, que me permite pensar en un River de mitad de tabla. Con eso tenemos aire para empezar a trabajar en el año que viene.
Diré una sola cosa mas sobre Maradona y la selección. Como dijimos sobre Charly, creemos en los genios. Si uno compara la probabilidad condicional de dirigir a la selección y ser exitoso, digamos entre Bianchi y Maradona, los numeros son 50% y 0% respectivamente. Bianchi triunfo en 2 de los 4 equipos que comando. Diegote, fracasó en los dos (Mandiyu and Racing). Pero los genios no conocen de estadísticas, no hay silogismo que les valga. Sin embargo, eso no implica que no deban ser tenidos en cuenta en distintos procesos. Seguramente, Bianchi tenga la probabilidad (relativa) mas alta y por eso deba dirigir a la selección. Pero yo prefiero la materia oscura aquí, prefiero que me comande un genio, que sin ninguna lógica u orden, su sola esencia que lo cataloga como unico en el mundo y en la historia (eso hace a un genio precisamente) nos contagia de esa magia que nos lleva al éxito. El cacerolismo condena a Diegote y lo condena al buen Charly, por su falta de orden, por la cocaina, por reivindicar la existencia. En el fútbol, la ética del trabajo defendida por los Ale Fabbri no ha ganado absolutamente nada. El cacerolismo no entiende que la necesidad de imponer orden evidencia una carencia y no una virtud. Diego, el genio, nos dara la copa del Mundo, y Messi, el nuevo genio, brillara.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Alex como vera todo mi peronismo paso por la puerta angosta de la reflexión y me convertí en lector asiduo de este blog.

Y como siempre que se elige la flexibilidad (que siempre es más cercana a la vida que su archinemesis, la rigidez), encontré agradables coincidencias con su línea de pensamiento.

Expresada mi satisfacción le dejo cordiales saludos peronistas.

Sir Alex De Large dijo...

Es un usted don Gerardo?? Me mata la duda. Si no fuera asi, me agrada coincidir con lineas de pensamiento.
Ohhh la rigidez, otro de los tantos mundos en los cuales me estoy quedando absolutamente solo... q se le va hacer

Anónimo dijo...

Asi, es soy ese Don que usted nombra.

Abrazo Grande

Sir Alex De Large dijo...

Faltaba mas, un saludo y siga pasando!