Bob Lavagna es un gesto heroico antes de irse, pensaba en reducir el IVA. Tuvo que dar vuelta atrás por vivir en mercados con información imperfecta: no sabia, si luego de aplicar dicha reducción, esta se trasladaría a los precios. Supongo que ahora Cristina, que anuncio bajar el IVA, acompañara esta idea con algún plan que permita efectivamente la reducción en los precios y no, que es muy probable que suceda, un aumento en el beneficio neto de los empresarios.
Pero fijate como lentamente nos vamos a un modelo distinto, no se cual, pero distinto. Una reducción permanente en el impuesto a consumo tiende a aumentarlo.
En tiempos de alta inflación, sobre todo en la “fase final” de corrección de aquellos bienes no transables, no suele aparecer como muy aconsejable.
Además, aunque no se en que parte de la curva de Laffer nos encontramos, el superávit bajaría, y no habría tanto excedente para acompañar al central en sus compras. El gasto publico también debería bajar, lo cual seria oportuno para contrarrestar el efecto de la suba en el consumo privado y para acompañar la caída en los ingresos.
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