Hay quienes creen, por ejemplo, que la teoría de expectativas racionales de la Escuela de Chicago terminó siendo un programa regresivo, porque lo único que se consiguió fue hundir más a la economía en la matemática artificial y extraer conclusiones erróneas de política monetaria.Pero eso es tan difícil de dilucidar como responder si el esquema de Bilardo en México 86 hizo retroceder al fútbol porque a partir de allí se pusieron más jugadores en la mitad de la cancha. ¿Gusta más, gusta menos? Sólo se sabe que es distinto. Aunque Bilardo ganó.
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