Estar posteando tan poco en uno de los momentos mas importantes de la historia pasada y futura, no parece acertado (algo asi como no aprovechar el verano para vender helados). Aunque ciertamente creo que tampoco hay mucho que decir, en este momento, más que puras sentencias descriptivas sobre el asunto.
Ya se ha dicho mucho mis queridos: que las hipotecas, que las restricciones presupuestarias, que la alquimia de activos, que si va a ver recesion o desaceleración. Aquí ya hemos dicho nuestro parecer. Lo cierto es que ahora nadie realmente sabe lo que esta ocurriendo ni el impacto definitivo sobre las variables reales (que es lo que realmente importante en el fondo). Es mas, uno podría decir que puede llegar a ocurrir una profecía auto cumplida.
Imaginemos que los medios de comunicación del mundo no hubiesen estado informando tan asiduamente como en el último (recién ahora el asunto de los mercados ocupa la primera plana, cuando el quilombito arranco hace más de un año). Ahora es peligroso, ahora estamos en crisis, ahora mal ¿Hace tres meses no? Yo no se si el problema mayor fue la caída concreta de Lehman Brothers o que el miedo a un finance crack haya llegado al debate de la sobremesa del ciudadano medio. Ahora, por temer a que haya una crisis, se restringirá el consumo, pero solo por una expectativa ex ante, y no ante nada concreto, no ante una evidencia numérica. En mi visión de las cosas, la irresponsabilidad de los medios de comunicación a la hora de informar sobre algo que no entienden, tiene consecuencias realmente indeseables. Es el típico caso del observador que cambia el objeto observado. Los que tienen que desaparecer son los medios, y no lo bancos. Seguiremos informando.
2 comentarios:
Pensé algo parecido cuando ví aquella nota en la Nación en la que un montón de yanquis afirmaban complacidos estar redescubriendo el ahorro.
Un gesto bastante Weberiano
Publicar un comentario