jueves, 2 de agosto de 2007

Para la gilada: heterodoxo; en el fondo: ortodoxo.

Mientras levanto la copa y brindo por el cumpleaños que proponía Rollo, aprovecho para remarcar esa viaje frase que decía algo así: “en las épocas de crisis, se hacen las diferencias”. No se si en esto pensaba Kuhn cuando hacia historicismo sobre la ciencia, pero lo cierto es que, en lo personal, pude sacarle provecho a estas semanas de volatilidad: un 7% en un día en dólares.
To the point: Stiglitz lo pone muy claro en el Ámbito de hoy, sobre si una apreciación nominal del Yuan tiene, al menos de manera directa, implicancias sobre la economía real norteamericana:
Stiglitz dijo en un foro financiero que un fortalecimiento del yuan, la moneda china, no resolvería el enorme déficit comercial de Estados Unidos, porque la mayor economía mundial compraría productos de consumo de otros países emergentes si las exportaciones chinas perdieran su competitividad."No se puede atribuir a China los problemas de Estados Unidos. De hecho, no va a afectar al déficit comercial de Estados Unidos de ninguna manera si China aprecia su moneda", sostuvo.

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