Hay cierta carencia de memoria Agustiniana en el gremio. Hace un año y medio, aproximadamente, en este blog y en algunos otros nos preguntábamos por si la corrección en la cuentas de la economía norteamericana seguiría un método escolástico: si o no, suave o forzoso. Lo cierto es que como todo proceso que incorporamos atreves de los medios de comunicacion, dirigimos la atención hacia otro lado. Tal vez, en definitiva, la corrección seria suave. Solucionado el punto, con una economía local creciendo al 9%, le dimos la razón a esa sentencia de John Maynard sobre una muerte anunciada para el gremio.
¿Qué paso? ¿Cambio todo? Hoy, como todo ser inteligente debe hacer, ante la primera señal de crisis desempolva y abre Teoría General. El error fue saltear modulos de una combustión que llevaban a la crisis, de ir directo a los fines sin ver los medios: sabíamos que el problema era que se estaba gastando mucho ¿acaso vimos como se financio? Fuimos fieles a los modelos neoclásicos y anunciamos que la condición de Ponzi no solo estaba siendo violada, sino que una vez muerta nos fumamos un cigarrillo al lado de ella. Pero a lo sumo, si había un exceso en el gasto del consumidor norteamericano (y aquí nos cansamos de decir que una apreciación nominal del yuan no tendría efectos directamente reales justamente por este motivo) bastaría llevar a cabo un conjunto de políticas contractivas para regular el global imbalance. Una sutiliza, trayendo una vez a San Agustin a este ensayo, fue el tiempo: arena que se nos escapa entre los dedos. El gasto presente y futuro puede regularse atraves del costo de oportunidad del dinero: la tasa de interés, pero el muerto esta en el placar, y empezó a oler feo.
El último pack de medidas de Bush y las inyecciones casi diarias de la FED, apuntan hacia objetivos claros: a que el cadáver sea bello. Hay que levantar un muerto de millones, sin contar aún las perdidas reales que surgen de los arqueos contables con profundas consecuencias en el sector real. El mutiplicador de Maynard te saca de una crisis, pero también te coloca en una; de la misma manera que funciona la corriente alterna, para un lado y para el otro.
Es imposible notar la ironía Sartreana del asunto. Justo, a un tipo como Bernanke, le viene a caer una crisis, producida en el sector crediticio. Es inevitable negarlo ya que una recesión (no sabemos de cuanto tiempo) está entre nosotros. Que los efectos sobre los activos, para una economía que ahorra en propiedades y acciones, serán pseudo devastadores. Podríamos decir tantas cosas, como el lado positivo de una estanflación: una política monetaria expansiva con baja de tasas en un contexto de alta inflación, tiende a devolver tasas reales de interés negativas. Semejante efecto no depara en otra cosa que en una recuperación de asignaciones de consumo (aunque la pregunta es de donde saldra el credito-claro), generando el tan maravilloso y encantador multiplicador Keynesiano, y el inicio de otro ciclo positivo.
2 comentarios:
Ya lo dijo Carlos Garcia Moreno. La Ley de Say no va mas. Say No More.
La ley de Say es algo meramente descriptivo y carente de sustento empirico y/o analitico. En nigun momento esta colada en mis lineas. Say no moreeee
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