La verdad es que no odio a nada, salvo a la burocracia. Encontré esta joyita del amigo Carnotista sobre el asunto:
La inscripción ante la administración federal de Impuestos requiere de la previa registración frente el Organismo provincial de Rentas. La registración provincial exige, como indispensable requisito, de una aprobación municipal. No puede lograrse una aprobación municipal sin constancia de inscripción ante la administración federal de Impuestos. Por ante el mostrador oficial deben presentarse Original y Duplicado. El Original debe decir "original" y el Duplicado, "duplicado". El Original debe estar escrito originalmente y el Duplicado, con carbónico. El Original no puede ser fotocopia y debe ir firmando con tinta azul, que con negra puede confundirse con copia. El Duplicado debe estar rigurosamente de negro, como si fuera copia. Si Original y Duplicado fuesen obtenidos mediante impresión por computadora. deberá aclararse cual se imprimió primero y cual después. Ante la afirmación: la PC estaba conectada a senda impresoras en paralelo y ambos, Original y Duplicado, son idénticos y nacieron al Mundo a un mismo tiempo, el burócrata cae tras el mostrador, al piso, escapa espuma por su boca y su cuerpo se agita de espasmos y convulsiones.
2 comentarios:
Los burócratas son el grado infinito de la analogía. Pero en este sentido.
Nice Mr U. O es como dice Zizek: La funcion de la burocracia es hacer que las cosas no se hagan.
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