Tal vez fue porque cuando era pequeño, me contaron este cuentito.
La ciudad de Gomorra cuenta apenas con dos mercados, de galletas dulces y galletas saladas. Se dice que son bienes mas sustituibles que complementarios. El gobierno, en esta economía, tiene el monopolio de la producción de las galletas dulces pero no así de las saladas.
Partimos del siguiente escenario- me dijeron.. Las galletas saladas tienen un precio fijo impuesto por un ogro de otro reino; pero resulta que entre los demandantes y oferentes de la galletas, la física dio que el precio de equilibrio de mercado se encuentra por debajo del precio que impuso el malvado ogro. El gobierno de Gomorra comprendio que dada la función de demanda y oferta, el precio fijo al estar por arriba del precio de equilibrio resulta un exceso de oferta sobre la demanda: hay en la economía, un sobrante de galletas saladas.
Ante este desconcertante suceso, los pobladores de Gomorra acudieron al mago Merlin, mago y hechicero mas sabio de la ciudad. “Este sobrante algún lado debe ir” dijo Merlin. Propuso varias alternativas a los pobladores: tirarlas al rió, darserla a los manaties o bien guardalas por si en un futuro fuesen necesarias
Optaron por esta ultima opción. Claro que, para retirarlas debe entregar algo a cambio, fue la sugerencia del astuto Merlin. Se le ocurre hacer el siguiente trueque: como considera que tienen un nivel aceptable de sustitución las galletas saladas y dulces, decide intercambiar unas por otras.
Sin embargo, antes de dicho intercambio, el mercado de galletas dulces se encontraba en su precio de equilibrio de mercado. Pero ahora, resulta que hay en este mercado, mayor oferta de galletas dulces. Si no se interviene, el precio de equilibrio es menor. Ergo, el precio relativo entre saladas y dulces aumenta. Pero si los pobladores están empecinados en sostener la rigidez en los sistemas de precios, indefectiblemente, tendrán que retirar la cantidad de galletas dulces en la misma en la misma cantidad que aumento un paso antes. No existirá manera de que los consumidores corrijan ese exceso de oferta en el mercado de galletas dulces por medio de una “cantidad demandada no deseada: ninguno ciudadano de Gomorra podra invtervenir en dicho mercado quitanto el exceso, pues los consumidores son consumidores y los oferentes son oferentes” fueron las ultimas palabras de Merlin.
Partimos del siguiente escenario- me dijeron.. Las galletas saladas tienen un precio fijo impuesto por un ogro de otro reino; pero resulta que entre los demandantes y oferentes de la galletas, la física dio que el precio de equilibrio de mercado se encuentra por debajo del precio que impuso el malvado ogro. El gobierno de Gomorra comprendio que dada la función de demanda y oferta, el precio fijo al estar por arriba del precio de equilibrio resulta un exceso de oferta sobre la demanda: hay en la economía, un sobrante de galletas saladas.
Ante este desconcertante suceso, los pobladores de Gomorra acudieron al mago Merlin, mago y hechicero mas sabio de la ciudad. “Este sobrante algún lado debe ir” dijo Merlin. Propuso varias alternativas a los pobladores: tirarlas al rió, darserla a los manaties o bien guardalas por si en un futuro fuesen necesarias
Optaron por esta ultima opción. Claro que, para retirarlas debe entregar algo a cambio, fue la sugerencia del astuto Merlin. Se le ocurre hacer el siguiente trueque: como considera que tienen un nivel aceptable de sustitución las galletas saladas y dulces, decide intercambiar unas por otras.
Sin embargo, antes de dicho intercambio, el mercado de galletas dulces se encontraba en su precio de equilibrio de mercado. Pero ahora, resulta que hay en este mercado, mayor oferta de galletas dulces. Si no se interviene, el precio de equilibrio es menor. Ergo, el precio relativo entre saladas y dulces aumenta. Pero si los pobladores están empecinados en sostener la rigidez en los sistemas de precios, indefectiblemente, tendrán que retirar la cantidad de galletas dulces en la misma en la misma cantidad que aumento un paso antes. No existirá manera de que los consumidores corrijan ese exceso de oferta en el mercado de galletas dulces por medio de una “cantidad demandada no deseada: ninguno ciudadano de Gomorra podra invtervenir en dicho mercado quitanto el exceso, pues los consumidores son consumidores y los oferentes son oferentes” fueron las ultimas palabras de Merlin.
Gomorra en gráficos.
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