sábado, 22 de septiembre de 2007

Primer mandamiento de la cirrosis: Matar a E.A.Poe

Eran épocas de efervescencia, coctels explosivos de hormonas internas con cultura de consumo de los noventa. Si hubiese sido mas viejo, hubiese entendido que los males del mundo oriental se curaban vendiendo Pepsi. Pero no nos distraigamos del itinerario.
Había terminado de jugar un partido de fútbol con un reducto de latinos en el campus de la U.C.R (y no particularmente la de Irigoyen, sino la universidad de California en Riverside). Había conocido un Argentino que venia de la combinación bipartita putas y drogas post Las Vegas. Insistía en que me quería mostrar unos discos de pasta con temas inéditos de los Pistols que había adquirido en un disquera; pero yo reacio al que frio nocturno Californiano se combine con mi transpiración decide marcharme a mis aposentos de ingreso estudiantil.
Las épocas me encontraban un tanto distraído con algunos textos de Plotino (un poco en español, otro poco en ingles, algo de latin y mucho frances) quien había tenido la maravillosa idea de plantear el mal como ausencia de bien; una suerte de cascada ontologica que va descendiendo de arriba hacia abajo (marca registrada neoplatónica) con la condición de que el mal existe allí donde se dan huecos en la cascada (allí donde el bien no llego). Semejante paparruchada metafísica contradecía los principios maniqueos que todos mamamos en el mundo moderno, pero no me importo y prendí la tele.
Luego de pasar y pasar varios talk shows, di con este toon interesante. El protagonista (un hombre sencillo y corriente) quien tiene dialogo con dios, le cuestiona al barba porque había dejado entrar al cielo a su reciente fallecido padre (quien había sido como padre, según el protagonista que es el hijo, un ser nefasto).Dios, sabio como pocos, le explica que el padre de su padre (del protagonista, o sea, su abuelo) había sido muy duro con su padre y así el padre de su padre del padre (en fin, se entendió). La cadena causal que se remite a una regresión infinita (o para los conocidos, a "non ramdom walk") puede ser reinterpretada como producto de la hija de putez de los que te antecedieron a contraposicion de un Markov Chain y su libre albedrio. Dios, le explica al protagonista, que su padre había entrado al cielo porque a pesar de ser duro, tuvo la virtud de aliviar la carga.
Es muy interesante, como a veces para explicar el mal (micro, a nivel personas; macro, a nivel social) nos remitimos a Xt-1 siendo nosotros Xt. Pero para demostrar que dios y que el mal existen, la demostración es la misma. Don Rene, utilizo la causa primera para explicar la existencia de dios, análogamente deberemos decir que siguiendo la concepción del mal del toon se aplica el mismo caso que utilizo Rene.
Sea de esto lo que fuere, voy al libro de la genial Magnavacca: "Léxico técnico de la filosofia medieval" y encuentro lo siguiente:
Malum: …desde el punto de vista metafísico, y por lo señalado antes sobre la equiparación ser y bien, el mal es considerado una privación, carencia o defecto, o sea, la falta de una perfección en algo que, por sus caracteres específicos, debería poseerla. Así, por ej., la ceguera en un hombre o la guerra en una sociedad constituyen males porque implican, respectivamente, la ausencia de la visión o del orden propio de la paz, que son senda perfecciones ontologicas.
El toon estaba equivocado y los medievales tenían razón; y acá Nietzsche según Zizek canta cuarenta en el tute cabrero: “No podemos crear nuevos valores, solo podemos ser el león que, en una explosión de activo nihilismo, despeja la mesa y así crea la libertad para una nueva creación. Es después de nosotros que habrá de aparecer el niño, quien habrá de marcar un nuevo comienzo, un si sagrado”. Pero que visión más humanista y optimista del superhombre hemos dado.

9 comentarios:

Musgrave dijo...

Clap, clap.

A nivel micro, la maldad se explica por ausencias o carencia.
El saber popular dice "el malo no tiene corazón".

La gente mala, que existe aunque ud y yo conocemos una persona que cree que no, en la mayoria de los casos es mala por resentimiento.

El resentimiento es la respuesta natural a la carencia. Carencia de belleza, de virtudes, de afecto, de amistad, de cariño, de reconocimiento, de aptitudes, etc.

Y claro, la mediocridad tambien causa maldad porque es la madre de la envidia.

oti dijo...

La única manera lógica que veo de superar la dualidad mal/bien en la "naturaleza" humana, es pensando que los seres humanos son tales (es decir seres humanos) mientras son buenos, cuando son malos no son seres humanos (son una apariencia o soporte corporal y nada más).

Estoy pensando mientras escribo.

Me viene a la mente Leibniz: las cosas que Dios dispone son buenas porque Dios las dispone, o Dios las dispone porque son buenas.

oti dijo...

De ahí debe ser que la tarea de los Sócrates, los Jesucristo, los Ghandi, los Luther King, y tantos otros, era "humanizar" a los hombres, "volverlos humanos", volverlos a su condición de humanidad.

oti dijo...

Lo de Leibniz lo relaciono con que el bien no puede residir en una "autoridad" o en un "código normativo", es algo "intrínseco" a una condición del Universo, algo de lo cual puede hacerse vocero la autoridad o la ley.

Parece que estoy rebajando a Dios, tremenda herejía, al hacerlo vocero del bien.

Pero es que no queda otra que la identidad de Dios y el bien, la identidad completa, porque sino, tenemos que pensar que lo bueno es tal por consagración de una autoridad: Dios. Lo bueno es bueno solo por cuanto la autoridad de Dios lo dispone. Por este camino no se distingue Dios del diablo, como decía Leibniz.

Desde el punto de vista lógico me parece inobjetable.

oti dijo...

La cita de Leibniz textual es esta: “Se entiende que todo lo que Dios dispone es bueno y justo. Pero queda el interrogante de si es bueno y justo porque Dios lo dispone, o si Dios lo dispone porque es bueno y justo... la bondad de las acciones y hechuras de Dios no dependen de su voluntad, sino de la naturaleza de las mismas... ¿Qué es el bien verdadero? Yo respondo que no es sino aquello que sirve para perfeccionar las sustancias inteligentes” (Leibniz, Meditación sobre el concepto común de justicia, 1703).

Sir Alex De Large dijo...

Oti: Ha hecho el debate tan rico que me obliga a respuestas que debo pensar y dedicar tiempo. Prometo hacerlo en breve, no se me vaya.

Sir Alex De Large dijo...

Oti: El sistema filosófico de Leibniz no creo que explique bien el mal. Esto es, si da una explicacion coherente del bien con la idea de monada y la filosofía de Leibniz, pero las explicaciones que da explicar el mal son extremadamente oscuras, vacías.
¿Si son una apariencia o fenómeno, a que remite? ¿a que principio? ¿cual es la verdadera esencia del mal? ¿es una sustancia?
Yo no lo se, tal vez me supere mi ignorancia.

oti dijo...

Habría que investigar por el lado contrario a la definición de "bien verdadero" de Leibniz para saber qué es el mal.

Tampoco ésta debe ser una pregunta filosófica en sentido general, sino una que ayude a "perfeccionar las sustancias inteligentes".

El Creador creó al mundo de modo perfectible. El ser humano es perfectible (mental y físicamente).

Si algo es perfectible quiere decir que no es perfecto, porque si fuera perfecto de entrada no sería perfectible.

Ahora, por qué el Creador procedió así es verdadero misterio para mi. Será el Creador mismo perfectible? Otra herejía.

O quizá haya que cambiar la noción de "perfecto" y definirla como orientación perpetua a la perfectibilidad.

Ahora bien, la imperfección no es sinónimo del "mal". En todo caso es aquel estado de la realidad (incluido el sí mismo) que nos incentiva a buscarle la vuelta para mejorarlo, para resolverle lo que no cierra, para encontrarle la respuesta al enigma.

Entonces, qué sería el "mal" en esta perspectiva? Es aquello que traba este proceso de mejoramiento, de perfeccionamiento. De ninguna manera es necesario.

En este sentido, el mal es completamente "estúpido", y estoy de acuerdo con Platón en que los efectos del mal en la realidad no pueden ser evitados por nadie, ni siquiera por los mismos malvados. Por lo tanto, el malvado contribuye a crear una realidad que irá contra él mismo también.

La decadencia de los imperios en la historia es un ejemplo. La decadencia presente del imperio también.

Aunque después aparezcan malvados que puedan medrar con las consecuencias, es otra secuencia del mismo proceso, no invalida lo dicho anteriormente.

Yo creo que sin malvados o sea sin gente estúpida, el ritmo de movimiento de la humanidad hacia su perfeccionamiento hubiera sido mucho más rápido.

Es mejor que en estos temas se conserve parte de misterio, sin racionalización, sin filosofía racionalizadora, para que la mente nunca deje de pensar en ello.

Saludos.

oti dijo...

Los religiosos no se enojarían conmigo si entendieran que Dios sería el único con capacidad de orientación perpetua a la perfectibilidad. En este sentido es perfecto, solo en este.