jueves, 3 de julio de 2008

Que el cadaver sea bello.

Es que Alfred Marshal era incluso cuidadoso sobre el tema. Argumentaba que a la hora de medir elasticidades habría que tener cuidado sobre las distintas pendientes que una curva podía poseer. No necesariamente, la elasticidad, seria constante a lo largo de ella. Semejante axiomatización solo comprobable empíricamente (hete aquí la contradicción de mi proposición) llamaba a una revisión general todo lo escrito a este ese momento en la cuasi microeconomía emergente.
Pero la idea de elasticidad es un arma sencilla y potente, esto último, filosofía pionera en los trabajos de Marshall. Es acaso la herramienta que nos permite medir exactamente todo eso que el empirismo supo proponer, estamos hablando de causas y efectos. Sera acaso un “dígame que pasara con Y si aumento/disminuyo la fuerza de X en 1% ”. Claro que X e Y mantienen una relación causal, están relacionados. Un suspicaz lector que haya leído a Hume nos preguntara: ¿esa conexión, donde es que reside? ¿En X e Y? ¿En nuestra mente? La respuesta, David Hume.
Pero el tema que nos compete es un tanto más sencillo. Queremos explicar las sensibilidades de Wall Street. Más concretamente: llamémosle X a un índice que aumenta de valor cuando sale una buena noticia del activo Y. Por supuesto que baja cuando sale una mala. La relación entre X e Y será tan dinámica y posiblemente difícil de predecir con certeza, dado a la cantidad de información que se nos escapa. Pero sabemos que en definitiva existe un canal de transmisión entre X e Y (esto es, entre la noticia que sale en los diarios y el movimiento final de los activos) y este canal es el cerebro del agente. Sabemos también, gracias a la crítica de Lucas, que todo resultado macro tiene principios microeconómicos.
Ahora bien, tenemos casi todo: X, Y, el agente, los principios micro que nos explican la macro. ¿Existen distintos momentos de apetito por el riesgo? Seguramente si ¿Cambia la elasticidad “información-variación en el precio de los activos” a lo largo del tiempo? Sí, hay evidencia empírica ¿Cuál es la razón de esos cambios? ¿Qué nos ha llevado de una situación a la otra? ¿Es la función de utilidad tan dinámica que es imposible de medir? A todas estas preguntas, la economía moderna no puede dar respuestas. Nos retiramos con la cabeza gacha y damos la posta a ver si les va mejor a ellos. Es un nuevo comienzo que irá progresando con los años, es el nacimiento de la neuroeconomía (que todavía, aunque crean lo contrario, no ha nacido).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy partidario (¿?) de esta teoria: el verdadero Fundamental del mercado accionario, esta en la tendencia de la curva de rendimientos. El Riesgo de Base (que se refleja en esa tendencia), y lo que viene a ser casi lo mismo, las tasas relativas de interes. El Riesgo de Base, por su parte, como siempre..., depende de algun ancla dominante en cierto periodo (desde la que emergerian las resistencias y soportes para aquella tendencia).

Sabiendo "leer" el Riesgo de Base en la tendencia de la Curva, se deberia poder inferir la futura tendencia de, en primer lugar, las cotizaciones de acciones mas cercanas a lo que pueda llamarse consumo, y aquellas mas cercanas a lo que pueda llamarse inversion.

Y a partir de ahi, y bajo otras consideraciones, inferir para subconjuntos de acciones en uno u otro grupo (tendencias micro en las acciones).

Alguna vez elaborese un "indice" de data para la curva de rendimientos yanqui (Riesgo de Base) a grandes rasgos, y fijese que ocurre.

Nietzsche.

Sir Alex De Large dijo...

Coincido 100%. Me gusta dedicarme a leer expectativas a traves de las curvas, o como decir: sacarle la macro a las curvas.

Un ejemplo concetro. Vender un PUT de Ford al 2010 hace unos dos dias, pagaba un retorno de 30% sobre el valor del strike price. Pensar que es un 30% en 18, lo cual suena a bastante. ¿Que implicancias hay detras de eso? Muchisimas, y mas aun considerando que la accion deberia perder mas de un 44% de su valor para que finalmente se ejecute el put.
Como decia el varon: Cuando corra sangre los calles, hay que comprar propiedades.

Ulrich dijo...

Pero yo me pregunto siempre, ante este tipo de problemas: ¿qué utilidad tiene saber cuál es la razón de los cambios en la función de utilidad? Si registramos la causalidad, si se repite lo suficiente como para tener una regla estadística consistente, y si tenemos poder predictivo, ¿para qué entonces?

Quizás soy muy escéptico, o mi prejuicio anti-metafísico va más allá de la media. Pero realmente, ¿necesitamos saber tanto?

Sir Alex De Large dijo...

Mr U: Realmente su pregunta es muy buena. Permitame darle una respuesta mediocre a cada uno de sus interrogantes:
1) ¿qué utilidad tiene saber cuál es la razón de los cambios en la función de utilidad? Si registramos la causalidad, si se repite lo suficiente como para tener una regla estadística consistente, y si tenemos poder predictivo, ¿para qué entonces?

Yo entiendo su punto y es correcto. ¿Que necesidad mas allá de la causalidad? Pues bien, creo que es una cuestión de los fundamentos de cada uno. Para los que creemos que los movimientos del ciclo de negocios tiene embriones en las decisiones microeconomicas de los agentes, el primer punto de partida es la función de utilidad de los agentes o de un conjunto de ellos. El problema esta, como ya lo hemos criticado aquí, que las suposiciones en la función de utilidad se basan en lo estático. Es realmente difícil en teórica económica y mas en equilibro general hallar equilibrios con funciones dinamicas. Existe por eso, cierto desfasaje entre lo que ocurre en realidad y lo que nos permite captar la teórica. Dado que, en definitiva, en la practica la psiquis del individuo puede y de efectivamente varía para cada momento del tiempo, se complica seguir trabajando con las "microeconomics foundations". Terminamos, queramos o no, haciendo lo que usted dice, haciendo ejercicios de INDUCCION a traves del fenómeno de causalidad. Sin embargo, ante la incomodidad que representa trabajar en una caja negra (porque eso es lo que usted sugiere y tiene razón) nos vemos al menos en la obligacion de esbozar la critica hacia el método.

2)Quizás soy muy escéptico, o mi prejuicio anti-metafísico va más allá de la media. Pero realmente, ¿necesitamos saber tanto?

Sabemos mucho y no sabemos nada. Simplemente hacemos un ejercicio Rortiano de tratar de acomodarnos a la realidad para encontrar resultados mas útiles. Somos el famoso moscardón Ateniense Socrático, al menos nos gusta preguntar: ¿tiene esto alguna sustancia, preguntarse? no lo sabemos si es un genuino amor a comprender el universo o el olvido de la nodriza en taparnos aquella noche de invierno lo que nos ha llevado a la situación actual.

Saludos.

Alex.

7:41 PM

Unknown dijo...

No olviden que la modelación matemática de la economía es en todos los casos una herramienta limitada. Tan limitada como ciencia es la economía. Es así debido a la enorme cantidad de variables que influyen en cada fenómeno. No pidan peras al olmo. Si la Economía fuera una ciencia, los economistas estarían de acuerdo. Podrían predecir como se predice en las ciencias duras. Horacio

Sir Alex De Large dijo...

Nadie le pide peras al Olmo, o acaso usted ha abandonado la caverna?? Sin embargo, me remito a los hechos. El lenguaje formal lógico nos ha otorgado una comprensión del mundo que de otra manera hubiese sido imposible de acceder, y esto vale para algo tan siniestro como la economía. Lo siento, pero el método de representacion utilizado por Adam Smith fue valido en su tiempo. Así como los clásicos en su tiempo. Asi como Keynes en su tiempo: cierren los libros y agarren la pala que es lo único verdadero.
El desacuerdo surge en tanto al método experimental que adopta la ciencia y nada mas. Los modelos matemáticos son una herramienta limitada, cierto es; pero al mismo tiempo, han proporcionado una lectura mas correcta que aquella defendida por sus opositores.