Me preguntaba, no hace mucho, a que se debería la continua caída en la opinión publica sobre el régimen K. La mejor respuesta que he escuchado, me la dieron las sociólogos. Hay una ruptura, una ausencia fálica-diría Lacan- entre el sentido común de las clases medias y altas que proporciona una lectura de la realidad totalmente polarizante y de la realidad proporcionada por el gobierno. En términos sencillos: este gobierno atenta contra el sentido común. Léase indek, observatorio de los medios, oligarcas serpientes, patoterismo sindical. Todos los enunciados, conceptos y etiquetas proporcionados por el gobierno, son la antítesis del concepto creado por la población. Molestó que los bancos se morfen los ahorros de tu vida, pero tambíen molesta esto. Como no podría ser de otra manera, Nietzsche ya lo dijo hace más de un siglo:
Para que la veracidad sea posible, toda la esfera del hombre debe ser muy limpia, pequeña y respetable. El prejuicio en todo sentido debe estar del lado del veraz. La mentira, el truco, el fingimiento deben despertar asombro. El odio contra la mentira y el fingimiento surgidos del orgullo, de un excitable concepto del honor. Pero tal también puede surgir de la cobardía. Porque la mentira esta prohibida. En otro tipo de hombre todo moralizar “no debes mentir” no puede nada contra el instinto que siempre necesita la mentira: prueba de ello, el nuevo testamento.
2 comentarios:
Sabes que no creo que lo de ustedes sea la vision carrio del movimiento civico y republicano versus la tirania kirchnerista. Quizas, no es eso lo que queres decir, pero trasmite esa idea.
Digamos, hay muchos sacrificios que tienen que realizar los sectores medios de países como Uruguay y Argentina para volver a tener un cierto proyecto de sociedades integradas. Aca los sectores medios patean porque deben declarar rentas con el nuevo sistema tributario; hay profesionales que estan con los pelos de punta porque el gobierno les quita un porcentaje mayor de tajada, tanto en la tributacion, como en los aportes a un nuevo sistema de salud que incorpora a hogares asalariados formales de ingresos bajos.
O sea dicho quizas crudamente, yo no creo que estos sectores medios esten dispuestos a pagar parte de los costos que requiere tener una "republica de iguales": pactos fiscales, re-estructura de protección social, etc.
Coincido, miti y miti. No, no quiero trasmitir un "vamos con la coalición cívica", aunque en términos ideológicos este mas cerca de miss Carrio que de "Crispina". Soy un antiplatonico: soy apolitico. Hago una lectura muy sencilla de porque existe un crescendo del odio hacia este gobierno de turno, un caída constante en índice de aprobacion, y esto se debe a lo que he expuesto.
Por otro lado, si, coincido con usted. Siempre creí que no existe un compromiso de las clases medias y altas, en dirección por ejemplo, a un pacto social redistributivo. Creo que es una de las grandes deudas pendientes en sudamerica, un concepto de integracion social que jamas existió por parte del cuerpo civil. Ahora bien, hay dos posibles explicaciones para dicha ausencia. Seria algo así: creo que el corpus social, por definición casi universal, necesita de una evolucion, de una maduración de auto identidad, y en este caso las sociedades latinoamericanas son jovenes. Somos, en terminos sociales, las sociedades europeas del 1700. Aun creemos en la malovencia del carnicero de Adam Smith, aun continuamos jugando equilibrios de Nash, aun no hemos desarrollado ese sistema de cooperacion. No es solo querer pagar impuestos para hacer el juego mas equitativo, tendría que ser una naturalacizacion de la moralidad "ser para" en vez de "estoy obligada para". Esta sustancia, adicionalemente, creo que es muy difícil desarrollar en los tiempos modernos que corren, donde debemos tener en cuenta un advenimiento de la individualidad que se esta dando en el mundo entero. La sociedad ha muerto, y nosotros, ni siquiera pudimos construir algo que se le asemeje.
Saludos.
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